Dícese del agua pesada o gorda, no YA sólo por su abundancia en sales, sino por estancada y tibia de solajeros (V). ("El agua de Lan Parma es muy abombada, ¿no verdá, usté?"-me selaba una viejecita de La Vega de San Mateo, añadiendo: "La que bebemos en esta parte, que llega de esos remanientes (V) de los altos, es más livianita").

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