Queja a grito herido, que expresan particularmente los animales en mal trance. (Por ejemplo, un toro capado con arreglo al antiguo y bárbaro procedimiento isleño. El timbre doliente de este grito participa del bramido, el aúllo y la alucinación. Oí de muchacho a labradores VIEJOS que a los toros los capaban tumbándolos y machacándoles los testículos sobre una laja, a golpes de piedra. La cosa se las trae).

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