No se aplica en la Isla, como en castellano, "a lo que se dice o hace neciamente", sino al necio en sí, al hombre insustancial, presumido, tonto y sabihondillo de tertulia. (La madre isleña, en celosos oficios de clueca ante el problema de sus niñas casaderas, teme más al bobático que la esponjada gallina a la misma aguilla. " iSemejante empalagoso! ", dirá, ajuliándolo, a menos que una cierta felicidad de la POLLITA exija conllevarlo, si el bobático tiene que ver con cantoneras o con tongas de huacales y ceretos vía Londres).
¿QUIERES COMPARTIR ESTE CONTENIDO EN REDES SOCIALES?
Acepta las cookies "SOCIALES" desde AQUÍ

Dejanos un comentario