En el norte de Gran Canaria se llama tronera,no cantonera. Lugar donde se reúnen para partirse y repartirse las aguas de ciertas heredades isleñas y desde donde se abren simultáneamente a los distintos usuarios por conductos de fábrica consistentes en salidas rectangulares de 18,3 centímetros de boca. Estos escapes tienen a ambos lados unas muescas o ranuras en las que encaja una tablilla, generalmente de tea, pieza esencial de la cantonera. Esa tablilla es de una altura aproximada de ocho centímetros, cumpliendo la función de rebalsar la corriente, procurando una e VA cuación tranquila y regular de los caudales, al tiempo que determina una medida. En este último sentido, la cantonera ha evolucionado: antes no medía las aguas, hoy, sí. Mientras, las reparte en azadas, piezas, cuartas y horas. Los regantes dicen "cantonera ladrona -que roba el agua de uno para dársela a otro"- de aquella que por defectuosa -desigual, desnivelada, gastada- hace una distribución no equitati VA del caudal que recoge y rige. De ahí el control riguroso que sobre la cantonera se ejerce, explicable por el fuerte VA lor de las aguas isleñas, tan costosamente arrancadas a la tierra hasta habérselas equiparado al petróleo. Acequiero y Agüero. De ahí que ante la dificultad en poner de acuerdo a los beneficiarios para repararla, si VA mal, se haya recurrido a la dinamita: un cartucho misterioso ha hecho irremediable el arreglo... La voz no existe en castellano con la acepción insular. Podría conjeturarse que siendo el sistema un juego de cantones o esquinas, montado en piedras o cantos y destinados a "acantonar" las aguas -"acantonar" es en castellano "distribuir", aunque aplicado el término a la división y asentamiento de tropas-, de esa idea nació cantonera. Los labradores peninsulares dicen "partidor" de una obra semejante, con idénticos fines: "destinada a repartir por medio de compuertas en diferentes conductos las aguas que corren por un cauce". También se llama "partidor" en castellano al sitio donde se hace esta división o repartimiento. "Boletín de Información Económica, de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas", junio 1959: "Las cantoneras de Gran Canaria" y "Algo más sobre cantoneras", por don Juan Hernández Ramos, ingeniero agrónomo).
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