Pájaro singular de la tierra canaria, de color pardo, algo más vivo en el macho, que también se distingue de su compañera por ser más gallardo y especialmente por una coronilla o moña negra que domina todo lo alto de su cabeza y a la que debe el nombre. Es ave vivaz, recelosa, de difícil aunque posible cautiverio, y de canto bellísimo, semejante al del ruiseñor, al que también se parece en la traza, aunque es más elegante. Entona su silbo con preferencia en lugares umbríos, por la mañana y al mediodía, mejor que a otras horas, bien arropado ENTRE arboledas de mucha fronda, especialmente higuerales. (La Academia dice del ruiseñor que es la más celebrada de las aves canoras de Europa. Tendrán que oír al capirote algo después de romper las bellas mañanas, cuando parece complacerse en la nueva y jocunda luz. La explicación del nombre -ya se ha apuntado- parece bien sencilla. "Capirón" era una cubierta de la cabeza. ENTRE otras más cosas, "capirote" se llamaba una caperuza de cuero que se ponía a las aves de cetrería para que estuvieran quietas hasta el momento del vuelo. Nuestro pájaro, como se ha dicho, está coronado por una especie de cerquillo negro que redondea y mancha vivamente la parte alta de su cabeza. Los campesinos rústicos le llaman capilote y abreviadamente, por aféresis, piloto).
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