Extremadamente inquieto por una prisa, por una espera, por alguna gorda contrariedad o por la vi VA comezón de ciertas enfermedades: urticaria, por ejemplo. (El desandado VA y viene como calandria en jaula. "Desandar" VA le en castellano por "retroceder, volver atrás en el camino emprendido". Y esto hace una y otra vez, fuera de sí, el cogido por tal alteración del ánimo: ir y venir sobre los mismos pasos. Al revés del normal, que "prosigue", el así alterado se revuelve y torna atrás. Y en este alocado movimiento de retroceso parece originado el término).
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