Se dice del desasosegado y del tipo que no para en parte alguna, al que por Castilla llaman donosamente "culo de mal asiento". También del nervioso y del vehemente que se mueve como tejedera en remanso. (Aplícase especialmente a los niños de mucha sangre y disparados reflejos, que van y vienen enredando y creando conflictos. El autor recuerda que uno de los más finos espíritus insulares del presente siglo, don Domingo Doreste -"Fray Lesco"-, expresó en el curso de una conferencia su sorpresa por el aparente absurdo de este provincialismo. Lógicamente, desinquieto debería significar todo lo contrario: sosegado, tranquilo, apacible. La preposición "des" denota generalmente negación, oposición, etc. En consecuencia, el desinquieto sería más bien el que no era "inquieto", el quieto. Mas la Academia nos precisa que a veces "des" no implica negación, sino afirmación. Y éste debe ser el caso del desinquieto isleño. Don José Valenzuela Silva dice en su opúsculo Vocabulario etimológico de voces canarias, YA citado, que el Diccionario portugués registra "desinquietaÇão", que vale por "in- quietud de espíritu, turbulencia". Esto parece revelar una ascendencia lusitana de nuestro isleñismo).
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