Para su sentido más o menos recto,ver Tupir-se. Revelar intenciones o actividades insospechadas. Mostrarse súbita y descaradamente franco, soltando las llamadas "cuatro verdades del barquero". Perder los tímidos el miedo y desahogarse al fin, particularmente en cuestiones sentimentales. (Se destupe el cajero intachable alzándose un día con el santo y la limosna; se destupe la mujer mansa que de pronto vira brava frente a su estupefacto marido, y se destupe el pollo atarugado o corto de genio que al cabo de darle rendidas pero lejanas vueltas a la polloncita de sus afinidades, un día, por fin, se arrima al cuitado bulto y se le declara. Cuando la expetante madre isleña sepa del tardío pero cierto arresto exclama- rá ENTRE repugnada y gozosa: "Sús, gracias a Dios que se ¡destupió!").
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