Se dice así en isleño, por extensión, del encelado impaciente, del hombre o animal cogido de un impaciente y vivo celo amoroso. Engarañonado, por LARGO y forzoso ascetismo.
¿QUIERES COMPARTIR ESTE CONTENIDO EN REDES SOCIALES?
Acepta las cookies "SOCIALES" desde AQUÍ

Dejanos un comentario