Gallarda habilidad de ciertos nadadores, consistente en mantener el cuerpo de forma conveniente sobre la cresta de la ola, dejándose llevar así por el ímpetu del agua. Coger una baladera o una baladerita: emborracharse, meterse en jarana o en juerga, abandonarse a una aventurilla amorosa, empalmar bien los pequeños negocios. (Pudiera ser una aféresis, modificando el castellano "resbaladera", res-baladera, que vale por "lugar resbaladizo". El bañista, bizarramente encaramado en el lomo del agua que avanza, parece resbalar sobre ella. También pudiera tener relación con el nombre de este jocundo divertimiento MARINO el "rebelaje", que asimismo cita la Academia con la acepción de "corriente o remolino de las aguas". "Me convidaron a tomar el té en el "Yeoward", me cuadró una inglesa enralada y me cogí con ella una baladerita").
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