Tiempo cálido, y por fortuna pasajero, hasta casi la asfixia, que trae a las Islas el más bravo aliento de los cercanos desiertos de África. (Con el "levante" el aire se espesa, como una miel caliente y hace que rezuman insospechadas resinas de las viejas vigas de TEA de las casas insulares y se descosan y estallen las guitarras. Se le llama también viento Sur en el norte de Gran Canaria. Véase libro Canarias, con definición... Palabra registrada por don José Miranda Guerra).
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