Uno de los euforbios canarios, con diversas variedades, que se cría en parajes áridos y montañosos. Se diferencian ENTRE otras, la tabaiba dulce, tabaiba negra, tabaiba salvaje, tabaiba morisca, etc. Al tocársele o pincharla expele un líquido blanco al que se le dice vulgarmente "leche de tabaiba", de propiedades terapéuticas o tóxicas, y recientemente industriales; el látex es de tipo cauchífero y sirve para hacer chicles, pero esto último sólo de la dulce. Según Viera, se usaba como palillo o cepillo de dientes: dice, al hablar del "drago", que la sangre de este árbol "entra siempre en los polvos para limpiar los dientes, y con ella, deshecha en espíritu de vino, se barnizan aquellos ligeros palillos de tabaiba de que para el mismo fin hacemos comercio". Traslaticiamente se emplea como despectivo en sentido de desgraciado, "comemielda", pendejo , etc. "¿Aún vives, tabaiba...?", se dice con la peor intención al indeseable, al sablista, por ejemplo, que reaparece. Su leche se empleaba, como diversión salvaje: empegostada en la cabeza, había que trasquilar allí a fondo, sin que ninguna otra forma le quitara el pegote.
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